2/19/2009

A la Salida

Aunque estemos en una semana asquerosa en la que algunas metas se mascan en la tragedia, las tardes merecen la pena. Lo que podría parecer una típica clase en la que una “guiri” se encarga de enseñarnos aquello que más odio, se vuelve una hora de descanso y aprendizaje “por” diversión “entre” risas “más” alegría “menos” penas.
Concretamente hoy, fue una tarde singular.
Imaginense, cuatro clases alrededor de un minúsculo pasillo decorado por bancos a las cinco de la tarde y sentados un padre (parece ser) con su hijo (se cree), (después de toda una hora de hacer ejercicios sin parar).
Cuando nos disponíamos a recoger nuestras cosas y volver a nuestras cuevas, Dios se dirigió hacia la puerta y retrocedió con una cara que ni el color del sueter mas rosado de Paris Hilton: “seguro que no se dan cuenta de un hombre que lleva un peluquín que está ahí fuera” (nos dijo a Juanje y a mi en tono [un tanto] irónico).
Una vez asomados a la puerta; ya era demasiado tarde, esa “A” característica del mismo que escribe, más el descaro de Juanje al asomarse por la puerta y buscarlo con la mirada hizo que, desgraciadamente, termináramos pasando y saliendo justo en frente del hombre que, ciertamente, llevaba un peluqín de color castaño con mechas rubias y blancas mal colocado, a carcajada limpia.

Después bajamos las escaleras y entré en Librería Cruz…

Vocabulario básico: Dios = Abián de la Cruz

1 comentario:

Abián De La Cruz dijo...

Me gusta... lo recuerdo...y me rio xDDD

Pero CUIDADO!!! Volvera.