10/07/2009

Mudanza

Me he mudado a: UN TELDENSE EN LA COMPLUTENSE, un espacio de Opinión en "teldeahora.es". Ahí podrán leer mis peripecias del día a día por Madrid.

9/20/2009

Gracias


Lo que parecía un caos organizar resultó ser una experiencia de lo más inolvidable.

Familiares, amigos, conocidos e, incluso, algunos por conocer hicieron de una fiesta de despedida algo mágico. Porque magia es el nombre que recibe el hecho que las personas hagan evadirse de los problemas o circunstancias a otras que necesitan apoyo para seguir con paso firme.
Nos vemos a la vuelta de las “vacaciones”…
Gracias.

9/13/2009

El mar es el llanto de los peces

He visto acampadas originales, preparadas (incluso) con muchísima antelación. Acampadas con mucha gente o de grupos que buscan en ella la de llevar a cabo alguna dinámica pero nunca he visto una acampada organizada de un día para otro y cuyos integrantes sean cinco amigos y ex compañeros de clase.

“Ende cuando” queríamos hacer una acampada así.

Cuando llegamos al lugar elegido y observamos una preciosa playa solitaria en la que apenas había gente y predominaban las casetas de campaña; una sonrisa “muy padre” se nos formó en la cara. Dicha alegría no duraría mucho pues al ver una playa tan hermosa pero ningún camino al más estilo urbano, hizo que cayéramos en depresión. Nuestra vida estaba al borde de un precipicio (nunca mejor dicho) mientras bajábamos: casetas de campaña, comida, bombona, parrilla, maletas, neveras,… Y todo esto para una simple noche. Pero lo conseguimos. Al pisar la arena de una playa que nos habían hablado pestes de ella, fuimos las personas más sudorosas y felices del mundo. Salitre y un olor a “sahumerio” no abandonarían nuestros cuerpos durante esos dos días. Acampamos al más estilo “boy scout” (perdón, sólo “scout” ya que también existen las “girl scout”) y pasábamos todo el día saliendo y entrando en el agua. Nuestros vecinos gitanos no tenían nada que envidiarnos pues ellos iban preparados como para pasar un mes allí, nosotros fuimos exactamente con las mismas intenciones aunque acabaron en dos tardes. Subimos una duna de unos setenta grados, hicimos comida en una barbacoa que se nos cayó a la arena nada más encenderse, comimos macarrones en plena orilla de la playa, disfrutamos de “hermosas” vistas de cuerpos avejentados naturistas, etc. Pasamos una acampada de “1000 €” porque no nos conformamos con vivir nuestro último momento juntos si no que, además, hicimos viajes en el tiempo y cantábamos y recordábamos canciones que caracterizaron nuestra infancia. Paridas a montones (“puede ser miembro de Al-kaeda o de Al-levantarse”, “necesito la fuerza de un jedai para poder mear”, etc.) y unos compañeros de ilegales que no olvidaré jamás: los perros.

Una salida de lo más singular y nunca olvidaré lo que en lo alto de la duna escuché a mi alrededor: “el mar es el llanto de los peces”.

8/30/2009

Una cena de lo más dicharachera

“¿No conocías El Tomate?” Y menos mal…

Podríamos definir la Vará del Pescao’ como una romería en la que los trajes típicos se esconden entre vaqueros y camisetas de propaganda y las carrozas en las que se suelen repartir queso, papas “arrugás”, chuletas o pellas de gofio; en esta fiesta se reparte pescado frito y poco más a lo largo de una gran avenida. Y es que si en muchas romerías ya han optado por prescindir de la ya famosa verbena final, en esta fiesta no sólo tienen verbena si no una música de lo más variada y mejor en plena orilla de la playa de Arinaga… Hasta ahora los ingredientes más “amateurs” para que unas personas de a pie de lo más comunes se cansaran y de ahí que quisieran buscar un “echadero” para comer…

Éramos nueve personas por las calles traseras de Arinaga buscando algún sitio en el que nos mataran el hambre o las ganas de comer (como prefieran). Dimos con un lugar de lo más “chano”… Fachada como si de una casa sin pintar se tratara, ausencia de luz, calle oscura, olor alcohólico, decoración de lo más variopinta y barata, etc. Confiados de nosotros pedimos sin ningún inconveniente a pesar de notar síntomas de agua mineral entremezclada con alguna sustancia que hacía que camareros, ayudantes, dueños y cocineros de aquel restaurante no pararan de reír, de mirar al horizonte sin parar y de otras muchas cosas más. Nos habían pedido la comanda bien (aunque un poco estresados), nos la habían servido, nos habían pedido la comida, nos la habían servido (media hora después) pero, lo peor llegó cuando decidimos pedir la cuenta. La ausencia de caja registradora por los alrededores hacía que nuestros cuerpos empezaran a temblar y los ojos a salirse de sus órbitas. A esto se le sumaba el estado de los que nos iban a cobrar y teníamos una parodia de lo más Cámara Oculta de alguna televisión (incluso lo llegamos a pensar). Mientras la camarera quitó de su sitio al más pequeño de nosotros, coge hoja y papel y se pone a hacer las cuentas como si de una niña de primaria se tratara, nosotros no dábamos crédito a ese momento. Escribía en los billetes cuánto nos tenía que devolver a cada uno de nosotros y sus compañeros no paraban de reírse de ella y las amistades de los dueños no cesaban de llegar a formar el espectáculo que, al igual que sus amigos, estaban un tanto perjudicados por el ya conocido alcohol. Cuando se disponía a devolver nuestro dinero nos definió como una “mesa lata”, es decir, que damos la lata a la hora de pagar. Pero, ¡Qué lata que nos dio ella!... Volvió para decirnos que no tenía cambio y todo esto mientras se tiraba al suelo de la risa arrepintiéndose por ir a trabajar ese día, los gritos de sus compañeros y miradas asesinas y cómplices que provenían de las otras mesas. Todo un show… (Nunca mejor dicho). Finalmente pagó una sola persona y todos nos tuvimos que buscar la vida para compensar con la misma.
Volvimos a la Vará, vimos los fuegos, disfrutamos de la mejor música en la avenida y nos fuimos dispuestos a empatar esa noche con la amanecida en Melenara.

8/26/2009

Potolona

Mi aburrimiento debido a la larga espera que estaba sufriendo por el lento arreglo femenino se desplomó cuando vi aparecer a una mujer de unos dos metros de largo sin tacones que desbordaba alegría y simpatía por otros dos metros más.

Entre cerveza y cerveza y comida realizada totalmente por ellas y que no se les vio ni el detalle de invitar; a Elena (sí, esa chica que perfectamente podría ser un nuevo Michael Jordan femenino de nuestros tiempos) le dio por contarnos una historia para no dormir…

Eran las 7:05 a.m. del día 24 de julio. Elena, como tantos otros veranos, se encontraba en el aeropuerto esperando su vuelo rumbo Gran Canaria que le depararía su anhelado hogar y a una madre dispuesta a inyectarle comida por las venas. Al menos eso pensaba Elena ya que cada viaje que hacía a nuestra isla su madre le recordaba lo poco que comía con expresiones como: “¡ayyy mi niñaaaa que me viene desnutrida, que no me ha comido nada, que estas con carilla de angustia y pena por la falta de vitaminas y minerales... Siéntate y come mi amor!...”
Pero el hecho que hacía que Elena recordara estas palabras no era para nada lo que ocurriría en la realidad. Fue un momento fugaz que nuestra ingeniera alemana, casi jugadora de baloncesto, imitadora de cucarachas debido al excesivo uso de cervezas, modelo de tacones grandes a pesar de su tamaño, miss simpatía y chica polifacética hubiera preferido no haber vivido.
Ocho horas de vuelo (nada más y nada menos) para que cuando Elena entrase por la puerta el mundo diera una vuelta de trescientos sesenta grados: la madre convertida en fiera analizaba con rayos “x” a su presa (su hija) y sin importarle las croquetas o empanadillas que en otros recibimientos le había hecho, adopta una posición de asombro e incredulidad y sin pelos en la lengua se atrevió a decirle a su tesoro alemana: “¡hija mía, estás un poco POTOLONA!”…

Esta anécdota me fue contada antes de mi turno para entrar a la ducha y estoy completamente seguro que los vecinos (tanto por un lado como por el otro) oyeron mis carcajadas solitarias tras diez minutos de momento húmedo y enjabonado.

8/04/2009

Más hermano que nunca


Tras la llamada telefónica que no me creía y les repetía que me juraran que era verdad y los “rechinches” de mi madre de cómo iba a entrar en Gran Hermano si ya tenía todo pagado en Madrid, las motivaciones de Tania que ella me defendería en plató y los múltiples comentarios como si mi contrato en el programa ya estuviese firmado… Me dispuse a comenzar el casting presencial (lo de presencial suena muy bonito).

Las cuatro de la tarde y las sesenta personas allí reunidas en la segunda sesión veíamos como tres elegidas en el turno anterior terminaban el psicotécnico en el salón de actos donde debíamos rellenar un cuestionario con un código y firmar unos derechos de imagen. Hasta ahí todo bien pues todo el mundo estaba deseoso de pasar a la acción. Tras eso la planta diez del hotel nos esperaba… Una simple y humilde psicóloga venezolana mandaba a la “Base de Datos” a todos aquellos que creía no aptos para pasar a la siguiente y última fase. Las preguntas al más estilo: “¿por qué quieres entrar en la casa?”, “¿cuál es la mayor locura que has hecho en tu vida?”, “¿conoces a alguien más que se haya presentado al casting?” Estas eran las más sonadas mientras leía como si nada la redacción que nos habían mandado a hacer y las fotos a imprimir. A mi terminó por decirme: “No sabemos lo que hacer contigo pero… te vamos a mandar a la Base de Datos y ya te llamaremos”… Qué bonito, una de dos: nos lo diría para no causarnos un gran trauma o para ser políticamente correcta (Que a la larga viene siendo lo mismo). Tras eso vendría una prueba de cámara y el psicotécnico… Que de noventa personas presentadas hasta mi turno sólo consiguieron pasar cuatro.
Sin duda alguna, fue una tarde diferente y que no me arrepiento de haber vivido. Como en todo casting había gente de lo más singular: peluqueras que se permitían el lujo de ir vestidas como de andar por casa, chicas con el pelo de múltiples colores, la típica hija que va acompañada con la madre y la madre es la “jovenzuela” del barrio y se atreve con expresiones como: “si yo ya ligo fuera de la casa, dentro de la casa ¡vamos! Los tendría a todos cachondos” (Pésima)… Rostros que iban en busca de la fama y otros que ya eran conocidos por su paso en otros programas de televisión como Adriel (ex componente de United en la primera edición de Factor X) y una chica de cuyo nombre no consigo acordarme y que formó parte del grupo de musas del “super”programa de Carlos Baute… En fin, me quedo con las chicharreras y el chicharrero que conocí en la cola.
¿Repetiría? Por qué no… En un futuro formaré parte del equipo interno.

Ahora me centraré en mi próxima producción: “21 días viviendo como un coyo” o “21 días analizando las clases sociales” (lo que prefieran) y recuerden que “el respeto es la base y los pilares fundamentales de amistad” (cita célebre)

7/25/2009

La historia que se convirtió en una leyenda...


Son muchas las personas que leen mis historias en un intento desesperado de relatar mis ocurrencias. Algunas (exiliadas en la ignorancia por ser protagonistas de algo cómico, de algo que tendrá como resultado la risa y todo el mundo recordará como una “parida”) me piden que les dedique uno; otras, sin embargo, se merecen un blog como la historia que les narro a continuación. Y es que, a veces, las fuerzas del destino confabulan entre sí y en este caso fue así…

El sábado18 de Julio del año 2009 muchos canariones se disponían a desplazarse a la archifamosa Romería de Galdar desde diferentes puntos de la isla: unos de Arinaga, otros de Mogán y otros, efectivamente, de Telde. Ante la negativa de coger los coches y no poder gozar del verdadero significado de estas fiestas: disfrutar de las consecuencias del agua mineral y el clipper de fresa… Mejor dicho: disfrutar de las consecuencias del agua mineral y el clipper de fresa tras haber bebido “unos cuantos” vasos de algo alcohólico con al algún refresco… Unos admitirán la teoría anteriormente citada pero, sin embargo, otros gritarán y reivindicarán el derecho que tienen a salir con un gran grupo de amigos con las más buenas intenciones…
Las 17:00 horas fue la hora fijada en el punto de encuentro. Niños y niñas (perdón: adultos y adultas) vestidos de romeros y romeras, respectivamente; habían recibido dos normas que debían cumplir cual decálogo de los “ron-romeros alquiladores de guaguas”:
1.- Divertirse todo lo posible.
2.- No levantarse de los asientos o, de lo contrario, la consecuencia sería una multa para aquel ignorante que firmó el pagaré.
(Se preguntarán que dónde están las otras normas que conforman el decálogo de los “ron-romeros alquiladores de guaguas” y lo único que se me ocurre es decir que 5x2= 10)
Nuestras romeras, y los romeros también, se encargaron de llevar a rajatabla las dos normas de arriba pero no la más importante que al chófer se le había olvidado mencionar: PROHIBIDO BEBER CUALQUIER SUSTANCIA EN LA GUAGUA ASÍ TE ENTRE MAREO O CAGALERA… Y claro, ¿qué podía pasar? Que nuestros amigos como si de la Revolución Industrial o la Francesa se tratase juntaron sus voces en un “do menor” y gritaron: ¡¡NO A LA NORMA Nº3!!
Un desastre… Desastre que ya me hubiese gustado vivir y no estar pidiendo detalles como un buen periodista de investigación… (¡Olé!)

Pero, aquí no se acabó todo… No, no… No hemos llegado ni a la mitad.
Nuestra historia se centra en Jou y su cartera. (Dígase de Jou como: Joel Artero Guerra).
Tras haber caminado como cochinos condenados a vivir en el culo del mundo y encontronazos con varias clases de personas conocidas. Nuestros protagonistas hicieron un botellón (dígase de la acumulación de botellas vacías con un fin benéfico). Ahí comenzó todo. Joel y su apenas conocido Jorge Rivero (nótese la ironía) estaban hambrientos. Sus estómagos hacían ruidos inimaginables y sus intestinos y otras partes del estómago gritaban: “BOCADILLO, BOCADILLO”.
Para qué fue eso… Jou sacó su “tarjetero” de JUVENTUD CANARIA (La Caja de Canarias, para ser más exactos) que contenía el DNI y 20 €. Jorge también sacó la suya e invitó a Jou, es decir, le invitó y no permitió que pagara… Como no nos interesa en que acabó la disputa por saber quién pagaba o no, simplemente por ser políticamente correctos, iré al dato más importante: Jou perdió su tarjetero. (“¡Oh no!”, “¡Oh Dios mío!”) Sí, lo perdió… Lo peor de todo es que no se dio cuenta hasta horas más tarde cuando se disponía a pagar otra cosa. Preocupado, no dejó que ese acontecimiento acabara con sus buenos ánimos y fastidiara la fiesta a los demás.
La romería se acabó: llegó a su casa y durmió. Se levantó. Y tras hacer las cosas que todos hacemos cuando nos levantamos pasó lo siguiente (relatado por el mismo Jou Argue): “Mi padre me cuenta que asustado cogió el teléfono a las 12 de la madrugada del día anterior y un señor le cuenta que su hija ha encontrado un DNI en la romería de Arucas, cosa por la cual se preocupa porque yo le dije que iba a la de Galdar... confusión que lograré descifrar más adelante... Esa misma tarde me dispongo a subir a Arucas a buscar mi DNI mi "amigo Jaime" se niega a acomparme, Marta Fernández Alemán se ofrece a acompañarme, pero al final Jaime cede. Al llegar a la calle MONTAÑA DE ANAGA la confundo con MONTAÑA DE…” (A mí Anaga me pega con Cagada)… “toco a una señora y le explico que soy el chico del DNI, ella con miedo entrecierra la puerta y dice que no sabe nada de eso, me siento como un acosador, ladrón, asesino... Al final consigo encontrar la calle correcta, el señor me da el DNI mientras me explica que su hija lo encontró en la romería de Arucas, entonces entiendo o al menos es la única explicación que encuentro, que su hija le mintió y dijo que iba a Arucas y fue a Galdar porque, de lo contrario, no la dejarían salir...”

Y aquí terminó un fin de semana de lo más intenso. Steven Spielberg daría un toque romántico o futurista a la producción, Tim Burton estaba interesado en darle esos retoques terroríficos,… Sin embargo, Adolfo Rodríguez estuvo interesado en hacer un blog.

Jou, para la próxima ten cuidado con el “tarjetero”…

7/20/2009

Te aviso, te anuncio...

(Verano 2009)

San Agustín podría caracterizarse por un lugar en el que el viento y las olas predominan por doquier y la gran avenida que lleva hasta Playa del Inglés parece interminable pero, nosotros nos lo comimos todo con papas… campesinas.

Nuestro objetivo era conseguir que los “guiris” se fueran con un grato recuerdo de la gente canaria de vuelta a sus países, y así fue. Nada más llegar, los gritos de nuestra fan de Pepe Benavente fueron característicos y el hecho que nos pusieran en plantas diferentes del hotel no fue problema. Chicos por un lado y chicas por otro, pasábamos el día juntos: comiendo y remojados como si de cocodrilos se tratara. Socorrista, animación, camareras y hasta recepcionistas de otros hoteles tenían que ver con nosotros. La piscina (al más estilo Miami) era nuestro punto de encuentro. En ella: una sirena que venía de Arucas cantaba cual artista de Ópera, la Socorrista nos contaba peripecias que nos dejaban perplejos, “Steef” (el de animación) hizo que nuestras “Cristinas” se enamoraran de su glamour húngaro y ganáramos todos los días los juegos diurnos cuyo premio eran unos cocktails e, incluso, ganáramos el primer premio de Rifa (toalla y botella de Cava). Además, conocimos a un gran grupo de “checanos” (es decir, personas provenientes de la República Checa) con los que nos comunicábamos gracias a Vladimir (un integrante del grupo) que hablaba malamente español y notablemente el inglés. Pero, el verdadero amor “checano” de Cristina fue Paul… un hombre maduro de corazón juvenil, sin duda alguna. Hasta nuestros correos nos pidieron y, cómo no, se los dimos sin inconvenientes… A todo esto, sumamos “el enrrale viene, el enrrale va” que hacía que la gente nos mirara al pasar y dijeran “Ahí vienen los canarios…” Porque, ¿acaso podrán olvidar nuestro propio Grand Prix que nos montamos en la piscina hasta con desempate? No. Conseguimos que todos se pusieran a los bordes de la misma marea artificial… (Dígase de la piscina). Si Paul, Steef y Aránzazu (la vigilante de la piscina) les ha parecido poco… Añadamos las múltiples actuaciones del grupo The Crach y asociados con estribillos como el de la folia:
5 AMIGOS VAN DEPRISA
5 AMIGOS VAN DESPACIO
Y COMO NO SE APROXIMEN
LOS MANDAMOS AL CARAJO
AY AY AYAYAY AY AY AYAYAY AY AY AY AYAYAYAY…
O como los singles: “Ven sin tu amor nananananananana” o “¿sabes lo que te digo? Que… te aviso, te anuncio, que hoy renuncio… ¿A qué? A tus negocios sucios”…
Un sinfín de fans y puestas en escena…


Las noches también fueron especiales: terapia psicológica, una caminata de una gran cuesta en busca de un espectáculo recomendado en el que finalmente no nos dejaron entrar; risas, carcajadas y gritos por los pasillos del hotel a las tres de la madrugada, jóvenes sufriendo por la ausencia del ejercicio de la defecación y muchas, muchas cosas más.

Lo mejor: EL BUFFET. Pero, no solo el buffet, sino sus integrantes. La última noche se atrevieron a preguntarnos que si nos pasaba algo porque estábamos muy callados… Terminando con: “anda anímense que están muy calladitos…” Baile, remojones en la playa por la noche y, todo esto, sin ningún síntoma de algo que no fuese el agua mineral, refresco o zumo de melocotón o naranja.

Moraleja: Levanta tus piernas que el cuerpo te seguirá…
¡Ah! Y para finalizar… ¿Sabes lo que te digo?...(Ver video)




7/16/2009

In Albis


El día antes de mi examen de conducir encontré a Karima que me llevaba de vuelta a casa, más bien su madre.
Llegó “embalá”, frenó, paró y saludó como si de desconocidos se tratara y no me conociese desde hace 14 años aproximadamente. Como si no hablase con mi madre cada vez que la encuentra en la librería o como si no me reconociese…

Había subido el volumen de la música y le peguntó a Karima: “¿Dónde dejamos a estos niños ahora, Kari?” A lo que Karima respondió: “En casa de Adolfo, mamá.”
La cara de Natalia cambió de un moreno playero a un blanco opuesto totalmente al color del coche en el que íbamos (negro): “¿Cóooooomo? ¿Este niño es Adolfo? ¿El niño bajito, gordito, con gafas y que era timidito?” (Lo que más me gustó fue la descripción hacia mí de tímido. Yo, que ya soy conocido en Madrid por llamar todos los días por teléfono o por llamar a cualquier sitio o presentarme sin ningún tipo de problema y es que la verdad, ya me propusieron un trabajo de RR.PP… “Sí mamá, este es Adolfo” La cara de Natalia seguía siendo blanca… No se lo creía.

Cuando paramos en mi casa me dio dos besos, me dio mucha suerte para el examen del día siguiente y me deseó muy buenas cosas para mi futuro en Madrid. La verdad es que no me hizo falta dedicarme al contrabando de tila o manzanilla. Su suerte me vino como anillo al dedo; tanto… que ya tengo carné de conducir.

7/12/2009

Recorrido Turístico


Había invitado a la gente a pasar una noche de lo más teldense: cine barato y pubs con música “relajada” mientras hablábamos y reíamos a carcajadas. Pero no fue así…

Bastante que reímos a carcajadas pero con la película “La Proposición”. Sandra Bullock con esos aires de divina empresaria y ese toque de humor hizo que la sala se hiciese eco de la risa contagiosa que nos define a Carla y a mí. Por si fuera poco, ¿a dónde íbamos después del cine?... ¿A nuestras casas a ver como nadie se había acordado de nosotros por Tuenti o Facebook ya que todos se encontraban fuera de las mismas?, ¿sentarnos en la rambla a charlar como si de indigentes se tratara? o ¿verdaderamente íbamos a seguir subiendo escaleras para visitar los solitarios pubs de Telde? Sara (nuestra chófer de alquiler) habló y esto fue lo que dijo: “DEMOS UNA VUELTA INTENSA POR EL SUR”… Y así fue: sin comerlo ni beberlo nos pusimos en el Sur al ritmo de un disco con cincuenta pistas y mis gritos descarriados en un intento de seguir las letras de las canciones. La autopista GC-1 terminaba en una gran curva que ponía dirección al Plaza. “¡IT WAS A DISASTER!” Media hora para aparcar y me quedo corto. Todos aquellos huecos que podían ser magníficas zonas de aparcamiento para conseguir nuestro placer extremo ya que nuestros preciosos traseros se estaban convirtiendo en algo sólido y cuadrado, quedaron en vano. Todos eran: vados, coches mal aparcados, más vados, cubos de basura, otro vado, papelera de reciclaje, más vados,… Un no parar. Finalmente, aparcamos a la altura de esa guitarra gigante que a falta de unos centímetros no logramos verla en Telde: Hard Rock Café y caminamos. Caminamos. Caminamos… Y nos fuimos con la misma. Para entrar a cualquier lado teníamos que proceder a la acción de meter nuestras manos en los bolsillos y depositar encima de una “taquilla” los adorados cinco o diez euros que nuestras madres nos habían regalado con toda su ilusión… Y no. No estábamos (ni estamos) dispuestos a ahorrar ni a comprar una hucha que no se pueda abrir para ir al Plaza y poder estar 4 HORAS… (Que parece mucho pero, no lo es… recuérdese El Engranaje)… bailando y con consumiciones gratis. [Lo más gracioso de la noche fue: “Vayan al Bachira las chicas GRATIS y el chico paga 15 € por UNA, UNA, UNA, UNA consumición… A dónde hemos ido a parar…]
Sí, nos fuimos. ¿Próxima parada? Aeropuerto. Fuimos a recibir a las tías de Carla. ¿Para qué? Se supone que para darles una sorpresa pero, aún no lo sé. Retrasado, nos fuimos con la misma. ¿Próxima y última parada? Mac Auto 24 horas que tenía un Big Mac GRATIS. Gracias.

Nada, comimos y comimos… Dimos la vuelta dos veces ya que en la primera no pedimos el adorado y soñado McFlurry por toda la humanidad y, ahora sí, llegamos cada uno a nuestras casas sanos y salvos a eso de las cuatro y media de la mañana… ¿Cuánto estuvimos en Plaza? Treinta minutos y por poner algo…

7/07/2009

Nos paró la Policía


La noche requería un blog desde su comienzo…

Adaya nos había citado a todos para celebrar su cumpleaños en la playa de Melenara a las nueve de la noche. Retrasos y más retrasos que dejaban entrever que la puntualidad no es, precisamente, el punto fuerte de muchas de nuestras amistades. Qué se le va a hacer…
Ante la lipotimia que estaba a punto de darnos y las advertencias incesantes de la tía de Tania para prevenir que no dejáramos que nos sacaran el ojo, el intestino e, incluso, el alma por comer como ricachones en lugar de la pobre noche de lunes en Melenara. Nos hicieron una mesa para 12 y nos permitimos el lujo de amenizarles con nuestro single: Cumpleaños Feliz para Adaya. Nuestro público: mesas repletas de personas que nos miraban atónitos ante nuestro desparpajo y entes a nuestro alrededor que susurraban por lo bajo “que guapo el chico de rayas” (esto provenía de una voz masculina un tanto aguda) y, cómo no, una camarera que emanaba simpatía a su caminar. No sólo se conformó con darnos algunos consejos para pagar la cuenta ya que todos parecíamos ser de letras sino que, además, advirtió a Juanje que si se echaba a correr por no pagar la cuenta conseguiría cogerle y a mí me dijo un rotundo y claro: “RETÍRATE” ya que no estaba dispuesta a hacer ningún recorrido turístico para llegar hasta el plato (sí, tal y como suena. Sin un “por favor”).

Una vez pedimos la cuenta y vimos que panes para doce personas estaban al módico precio, nada más y nada menos, que de diez euros y la cuenta ascendía a unos ciento diez euros con algo de céntimos, llegamos a la conclusión que los gritos desesperados de la tía de Tania por prevenirnos eran verdad y nos convertimos por un momento en pobres comiendo como verdaderos ricachones. La comida había que bajarla… ¿y qué mejor que hacer ejercicio en los famosos remos de la avenida de Melenara? (véase las fotos incrustadas en tuenti).
El ejercicio no sería ejercicio si no hubiésemos deseado ponerle fin ya que la asfixia era lo que predominaba en cada uno de nosotros. Las 12 y media de la noche y todos teníamos que madrugar ¡QUÉ DESGRACIA! Rápidamente pusimos rumbo a Jinamar para dejar a Carla en su casa, como panes de Dios… Sí Señor. Sara no sólo olvidaba poner indicadores, cogía las curvas a cuarta o sobrepasaba el límite de velocidad sino que nos paró la policía. Aquí tenemos un resumen de la conversación:
-¡Mira, mira! LA POLICÍA, pónganse los cinturones…
-Pare por donde pueda señorita…- dijo el policía- ¿Me permite los papeles del coche: tanto el carné de conducir, el resguardo del seguro, etc.?
(…)
-¡Ay es que estoy nerviosa y no sé qué hacer! ¡Qué vergüenza!- Sara temblaba y conseguía media palabra ante las carcajadas de los que íbamos atrás y el policía acompañante al que preguntaba.
-Sara por favor quítame esa cara de pena que me vas a hacer llorar hasta a mí. Te ha parado la policía no la ETA- congenió el policía con Sara. (Más risas por la parte de atrás del coche)- Menos mal que estamos en un control de alcoholemia, llegamos a estar de marcha y me quitas hasta la nómina… (…) Puede continuar.

En fin, después de Jinamar vino El Caracol y después El Parque Pinocho…
Y nada, hoy he publicado el décimo capítulo de “El Último Orgasmo”, he mandado un correo certificado urgente y he puesto fecha para el examen de carné de conducir…

¿Alguien da más?

6/18/2009

La Comunidad del Anillo

Con la suave melodía de un “do” recuerdo la época en que hobbits como nosotros nos embarcábamos en busca de un futuro mejor. Un futuro en el que no predominaran tinieblas ni orcos que acabaran con nosotros. Cierto día nos llegó la inesperada noticia de una elección, una elección que debíamos elegir cual hobbit la destrucción de un anillo: de forma rápida y silenciosa. En nuestro camino se irían sumando amistades y enemigos. Criaturas del Folde Oeste e, incluso, de Rivendel. Conocí a gente que provenía de Isengard y a gente que yació tristemente en las baldosas de las Minas de Moria. Como un Frodo desesperado iba en busca de pasadizos secretos y trucos de magia que me hicieran el camino mucho más fácil y acompañado de mi más fiel amistad, de esa que nunca me abandonaba y me empujaba en los momentos más difíciles. Sí, esa que apenas se veía pero me gritaba que no dejara de soñar y recordara todo por lo que había pasado. La vida, mi vida. Mi más fiel compañera. Tras mis pequeños pasos he dejado a gente encantadora y a otros que ya me gustaría olvidar como al borracho del Pony Pisador. Sin embargo, prometí aprovechar lo bueno que me pudiesen aportar y así lo hice.

Hoy escribo una de nuestras últimas páginas juntos. La Comunidad se ha roto y jamás volverá a estar unida. Prometo no olvidar risas, batallas y gritos desesperados que dieron lugar por aquellos años en los que tú, yo, ellos y nosotros éramos felices a pesar de las circunstancias que nos marcaron. Tras esta página irá otra sobre mi travesía por un segundo pasaje… Pero esa es otra historia de una trilogía que ya me gustaría a mí que no contara la rotura de unos amigos sino la continuidad y la no separación de los mismos.

Sí, como un melancólico Samsagaz Gamyi digo: “les echaré de menos…”

6/07/2009

4 de Junio, inolvidable.

La despedida es una pena tan dulce que estaría diciendo buenas noches hasta que amaneciese...

Buenas noches y hasta siempre 2º Bachillerato B-D.





5/25/2009

Fin de SE ACABÓ

Hoy me levanté a las 5:00 a.m. Sí, iba en busca de una plaza que devolviera a su antiguo estado mi cuerpo ensanchado por el estress de los exámenes “que me da por comer”.
Cuando llegué a las oficinas del Polideportivo Paco Artiles había gente haciendo cola desde las 4:00 de la mañana. Ni la cola del casting para ingresar en Operación Triunfo o la lista de espera antes de hacerte un análisis. Imagínense: yo acompañado por mi padre y mis apuntes de Filosofía y un trío de madres “dicharacheras” que más bien recordaban a la típica joven “descarralariada”. Algunas de las joyas que salieron por esas bocas fueron:
-“Como yo llegue a mi casa y mi hijo me diga que no le gusta la Natación lo mato porque llevo haciendo cola desde las cuatro de la madrugada”…”Como el administrativo me diga que no quedan plazas va a necesitar protección” (todo esto para dejar claro a toda la larga cola que ella era la primera y ansiaba una plaza para su hijo en natación).
-“Yo a mi hija la apunté en Ballet pero se me aburrió. Claro ella pensaba que iba a bailar EL LAGO DE LOS CISNES desde el segundo día de clase y, precisamente, lo que bailaba era EL CHARCO DE LOS PATOS…” (vuelvo y repito que aunque estuviese estudiando Filosofía me dio tiempo a escuchar y apuntar en el móvil todas las frases que escuché, ante este suceso mencionado… Creo que reí por no llorar).
A medida que iba aclarándose el día iban apareciendo personajes de todo San Juan que se dirigían hacia el mercado, o a renovar el carné de identidad o, cómo no, a pedir plaza para alguna actividad del polideportivo. Uno de ellos iba con un pantalón de cazería (pantalón de camuflaje) y unas… (pongan Atención) y unas… BABUCHAS!... [Quiero creer que le daría vergüenza pasar por delante de toda esa cola con semejantes zapatillas de gran calidad. Pero, es que encima hacían el ruido de esa suela de corcho contra el suelo: CRACH CRACH…! Indescriptible.)
Finalmente, conseguí plaza. Lógicamente, era el cuarto en la fila y el primero en pedir plaza para el gimnasio. Después caí de nuevo en un orgasmo duradero y placentero que me llevo al más fiel éxtasis cuando POR FIN hice mi Último Examen de SEGUNDO DE BACHILLERATO.
No sé si gritar o llorar de la emoción. Sean felices.

5/23/2009

4/19/2009

Querida Araceli

Hoy he tenido la mejor experiencia orgásmica de mi vida… A falta de jovencitas en la salida dominical de cada año, una “persona mayor” (conocida vulgarmente como vieja) se enamoró de mi y de unos cuantos más.

Estaba confundido. No sabía si estaba en los pensionistas de Telde con flora y fauna de Valleseco o, verdaderamente, aquello eran jóvenes de juventud acumulada. Bailaba sin ton ni son con los de mi edad cuando la “persona mayor” vestida decentemente pero con un “quiriqui” (dícese del mechón de pelo postizo caoba incrustado en su pelo rubio) y un pañuelo de esos rojos amarrados en la cabeza que, prácticamente, hoy en día ni se ven; se me acerca diciendo: “¡Ven para acá mi niño! ¡Tantos años de mi vida sin un hombre! ¡Ayayayayayayayayay!”… ¿Mi cara? La misma que estoy poniendo al escribir esto: carcajada va y carcajada viene. Aún así, no le hice asco a la mujer.

Al final de la tarde me sentí dolido ya que se había enamorado de uno de los chicos de Jinamar y lo anunció por megafonía. Pero, ¿qué le vamos a hacer? Dejemos que sea feliz…

(Lo anteriormente escrito es totalmente verídico)




4/18/2009

Amor se escribe sin H

Aún sigo en busca de mi media naranja, no quiero cebollas que me hagan llorar ni limones que me amarguen la vida. Lo que le dice una mujer a un hombre enamorado se puede escribir en el agua que corre y en el viento que sopla...
Amor se escribe sin H...

3/28/2009

Se suponía, de suponer

Se suponía que el sábado 28 me dirigiría por la mañana hacia El Muelle y, por la noche, iríamos a triana y a cenar a un restaurante italiano… Se suponía, de suponer.

Había quedado a las 12:30 en casa de Xiomara con ella y Carla para que la madre de la primera nos llevara al centro comercial y estuvimos esperando por la madre como una hora. Llegué, toqué el timbre junto a Juanje (que lo había encontrado de camino a la casa y desconocía que él también nos fuera a acompañar) y oí muchas risas: “Ñoss Carla y Xiomara están enrraladas eh” pensé. Nos abrieron: “Pasen para la habitación de Xiomy que el piso está mojao’ y tardé porque me estaba secando el pelo…”

En la habitación de Xiomara pasamos la hora entera de la que les hablé con anterioridad. En ella, Carla nos contaba su experiencia de su primer día de prácticas. Tocó la madre de nuestra amiga y nos dice: “Chiquillos voy al Hiperdino un momento y cuando llegue les llevo…” “Vale, vale no pasa nada…” (…) Aproveché para ir a cambiarme a mi casa (tenía que cruzar un simple paso de peatones) y me encuentro a mi madre con una tarta de cumpleaños y las velas 1 y 8… ¿sospechoso? No.

Volví a la casa de la que parecía que nunca iba a salir y nos marchamos… “¿Xiomy tu cogiste mi cartera? ¡Ayyyy que me la deje en casa de Librada (madre de Néstor)! Es que no puedo estar en toco chica, cocino yo sola, limpio yo sola, te llevo yo sola,…” En fin, destino: Montaña Las Palmas en busca de la cartera perdida. Cuando llegamos, Librada iba saliendo y entramos todos a buscar la cartera… y cuando entro…

¡¡¡SORPRESAA!!! ¡¡¡FELICIDADES!!!...

Caí en la cuenta que todo lo que me rodeaba era una “vil” mentira… Llegó la hora de las explicaciones:

-Cuando toqué y oí muchas risas en casa de Xiomara no estaba ella sola con su madre y Carla, no. También estaban Adaya y Tania que habían llegado tarde y debían haber estado en casa de Néstor para darme la sorpresa. Al ver que yo llegaba, corrieron a esconderse hacia el baño y, por eso, me encerraron en la habitación de mi amiga con la “basta” excusa de: “el suelo está mojado”… Gilipollas de mí. Una vez encerrado en la habitación, cuando Mency nos dijo que iba al Hiperdino un momento, Tania y Adaya aprovecharon para salir gateando por el pasillo para que Mency las pudiera llevar a casa de Néstor y su madre Librada…
-Y lo que venía es de suponer… La excusa que se había dejado la cartera en casa de Librada: para llevarme arriba…

“¡Cabrones! Hijueputas ¡Maná de huevones!”…

No cambio por nada del mundo el día de hoy… Rodeado de la gente que verdaderamente me importa…

Hoy las 2 serán las 3…

3/20/2009

Gordo como un cochino

Nunca olvidaré aquella mañana…

Los jueves eran los días de placer y éxtasis extremos. Primos, tíos, noviazgos pasajeros, amistades de playa,… Todos nos reuníamos debajo de una alta palmera situada en el muro que separa la playa de Anfy de su misma avenida. Si ya esto producía un orgasmo continuo cada semana, quedarme en casa de mi prima para despertar en una mañana de verano oliendo a sal, era mejor.

La mañana parecía tranquila. Yo dormía en la habitación con Mary, mientras Bea estaba en el salón con su novio. Pasos, risas y gritos eran los detonantes de una mañana movida en vez de tranquila. Introduje mis pies en un mundo de pelos denominado “babuchas” y me dirigí hacia la cocina. Allí, mi tía con su amiga bebían café. La amiga no era un ser humano. A parte de ser una becerra que soltaba cosas encadenadas por la boca, era una cafetera andante. Mi cara simple, sin ningún tipo de sonrisa que demostrara amabilidad o, al menos, falsedad por tener el gusto de conocerla y unas ganas de comer que me tiraban “pa’ atrás”.

-¡“Adolfito”! (mote que me pusieron desde mi nacimiento y que, en la actualidad, conservo por parte de mi familia a igual que: “el niño”. Es lo que tiene ser hijo de otro Adolfo.) ¿Quieres algo para comer?

-No Teresa, muchas gracias.- mentí.

-¡Adolfito! ¡POR DIOS! ¿CÓMO NO VAS A COMER NADA?

-No, no,… Gracias de todas formas.

Entonces pasó. A la milésima de segundo la becerra de la amiga soltó una de sus maravillas que marcó mi verano de mi duodécimo año de vida…

-¿CÓMO LE VAS A DAR DE COMER? SI ESTÁ… ¡¡¡GORDO COMO UN COCHINO!!!...

…Y se hizo el silencio… Noté que mi tía salió en mi defensa y mis primas, al igual que yo y el novio de mi prima “la chica” nos empezamos a reír. Mi risa era el factor común de una depresión resultado del comentario…
Sin duda alguna, tuvimos tema de conversación para todo el día. (Me reí eh, y mucho). [Comentarios que predominaban: “tú no le hagas caso mi niño, no ves que es tu “CONSTITUCIÓN”… ¿no les suena típico? Lo he oído toda mi vida, hasta cuando en mi última revisión en el pediatra la médica soltó otra maravilla como la de: “A ver vamos a pesarte… ¡Pero bueno!... ¡80!... ¡Estás obeso!... ¡No me apareces ni en la cuadrícula de peso normal para tu edad!...”]… Ni la natación ni el taekwondo…

Pero ese no fue el suceso más importante del día. Bueno, sí. Como cada jueves, por la tarde y después de comer, nos íbamos a comernos el “polo” típico y a “caminar”. Nos subimos en el ascensor de cristal que atravesaba la montaña y nos colábamos en las piscinas del hotel de la playa. Nunca nos pillaban. Éramos los más “chanos” pero, no nos pillaban. Ese día, sí. Recuerdo que, además, iba Lorena (amiga de mi prima) con nosotros. La denominamos, a partir de ahí, como: “gafe”. (Porque, aparte de lo que les voy a contar, el coche se nos quedó sin batería…) Se acerca el segurita del hotel y nos dijo que hiciéramos el favor de acompañarle. Nos bajó por el ascensor de tercera clase que conducía a la calle. Una mirada y ese gesto nos bastaron para entender que nos habían pillado y nos estaban echando.

-¿Ahora qué? ¿Para el cuartelillo, no? (qué simpática mi prima. La cara del segurita… no hace falta descripción)

Ahora nos dedicamos a ir a Amadores…

3/10/2009

Yo Tintín


El mundo de Tintín es más divertido que éste. Aquí hay demasiadas cosas que no entiendo y me ponen nervioso. En las historias de Tintín se nota enseguida quiénes son los malos, o cuándo hay algún peligro. Pero aquí no se sabe nunca cómo va a terminar todo y, aunque seas muy bueno, no es seguro que vayas a ganar.

Cuanta razón junta...

3/08/2009

Completo para el sábado


¿Quieres un completo para el sábado?
Si ya era poco estar arreglando pequeños detalles del disfraz, gastando grapas “a punta pala” y comprobando que el pegamento de tela es el peor pegamento del mundo y que en vez de llamarse así debería recibir el nombre de “me quedo duro al instante”, la tarde fue bastante movida…
Como muchos saben, a falta de sábados y domingos en el mundo para celebrarse un bautizo o la cabalgata de Telde, me coincide TODO el día 7 de marzo que, por cierto, pasará a la historia.
El día se caracterizaba por estar nublado y el “chispi-chispi” molestaba más que el granizo. En la Iglesia, me enteré de que los bautizos duran media hora y que el atuendo más adecuado para ir es el chandal. Felices todos después de ver como bautizaban a la pequeña Carolina nos dirijimos a la celebración en los confines del mundo pero, la felicidad seguirá siendo la clave en el ambiente…
Después de “jartarnos” a pan y ali-oli y comer de todo un poco, llega el momento de sacar fotos. Sí, llegó el momento:
-¡Adolfo, sácame una foto!
-Espérate que muevo un poco la silla…
¡PUM!¡PUM!¡PUM!...
(“Se rompió”, “¿estás bien?”, “jajajajajajajaajajajajaa”,…)
Mi perspectiva desde el suelo era como la de un niño pequeño que viene al mundo. Yo abajo y todos arriba. Buscando la manera más estúpida e incómoda de incorporarme a la silla que me la había jugado, miré hacia la chica que tenía a mi lado y empecé a reir. Todos empezaron a reir. Más risa para todos. Siguieron riendo. Seguía partiéndome el culo. No había invitado a la celebración que no haya oído ni visto semejante escena y, mucho menos, que me viesen asomar la cabeza por encima de la mesa de madera tapada con un mantel de papel, intentando buscar aquella persona a la que le contara la historia y me dijera: “¡ay no te vi!”. Por fin, encontré a quien me trajera a la cabalgata de Telde. Ahí me harté a reir y a contar mi experiencia que nadie creía. La noche estuvo amenizada por muchas mascaritas que no se conformaron con ver el disfraz sino con tocar las “teclas” (nunca mejor dicho): ingleses vacilando a las abejas, el “increíble” amor de las mismas, las narices rotas de payasas, el “combo dominicano” haciendo desaparecer a la gente por arte de magia, los “tuentis” regalando fotos como si de algo importante se tratara, etc. Hicieron de la mierda del carnaval de Telde, una gran noche.
Esta vez, el comentario más gracioso fue: “¡Chacho tio! Te voy a dar mi premio al mejor disfraz original de todos los carnavales… ¡Ahhhh! Pero no sabes cual es la sorpresa…”
Sólo nos queda esperar al 21…

3/05/2009

Quita que me pintas

Recuerdo aquella época en la que el parque Pinocho era “lo más de lo más” en Telde:
“¿A dónde fuiste el domingo? Al parque Pinocho…”

También, recuerdo perfectamente vestirme (con la ayuda de mi madre) y ponerme esos calzoncillos que nuestras madres elegían, creyendo tener buen gusto, de la primera estantería del 99 que se encontraba nada más entrar en la tienda y que los dibujitos de la película Disney del momento predominaban por “doquier”. Tras los calzoncillos venían los calcetines. ¿Cómo poder definir semejantes calcetines? Eran de un blanco puro, no se ensuciaban ni escribiendo con permanente en ellos. Su caracterización: numerosos agujeros sincronizados y del mismo tamaño que dejaban ver la suave piel del tobillo y la pierna entera, prácticamente, porque esos calcetines estaban ideados para ser de la realeza o actuar de airbag si las diminutas piernas me fallaban mientras jugaba a las cogidas. No obstante, eran los que se llevaban… Las niñas de comunión no tenían absolutamente nada que envidiar. Después venían la camiseta y el pantalón a juego porque si no, no se salía a la calle. En ese momento, una camiseta amarilla poniendo a moda los colores llamativos en los carteles de: “SE BUSCA”, conjugándola (como ya dijimos) con el pantalón de mismo color y unas zonas verdes tanto arriba como abajo.

Hasta ahora una vestimenta típica de los años 90 y que las amigas de nuestras madres nos regalaban en algún cumpleaños para salir del paso con la excusa de: “es que es lo que necesita”. Pero, de esto, lo más estúpido es que después de ver nuestras caras de decepción, al ver que el paquete de regalo no era una caja enorme con un contenido tecnológico sino ropa, nuestras madres afirmaban: “ayyy mira lo que necesitabas…” Por supuesto, la cara correspondiente del pequeño no hace falta descripción. ¿A quién (siendo pequeño) le gustaba que le regalasen ropa? El cuento no ha terminado… porque después de los calzoncillos de rombos rojos, los calcetines, la camiseta y el pantalón amarillo combinándolos con verde venían los zapatos. En esa época no existían las “all star”, ni las “vans”, ni las “victorias”, ni las “pumas”, ni las “tiburones”, ni el coño de su madre,… para ir al parque mi madre me ponía con esa ropa unos zapatos de Pablosky negros… Toda una combinación que ni David Delfín…

La historia no es la de la ropa que me puso mi madre esa tarde, no. Ni mucho menos. Era una tarde aburrida, ningún niño con el que jugar ni niña a la que molestar. Estaba cansado de jugar sólo y me senté al lado de mi madre a merendar. Lo solitario de nuestra existencia se acabó pronto cuando vi venir con esos ojos negros diminutos, sin gafas y teniendo la falta de vista que todavía conservo, a dos mujeres de chocolate. Mi cara lo decía todo. Mientras bebía el zumo y no las perdía de vista, mi cabeza daba vueltas y no pensaba en el chocolate sino en otra cosa… El momento llegó, sí. Se sentaron a mi lado y ya no me importaba que se enterasen de que las estaba mirando. Es más, quería que les quedara claro que las estaba mirando porque el color de su piel no lo había visto nunca hasta ese entonces. El pico de oro que le decían las chicas del Supermercado a mi madre cada vez que yo le acompañaba a comprar “porquerías”, hizo su efecto en el recuerdo más vergonzoso de su vida. La miraba, me quité el zumo de la boca y la abrí: “¡OYE! Quita que me pintas…” Ininteligible. Lo mejor de todo es que nunca he recibido una educación racista ni lo soy o me considero. La cara de mi madre se volvió del blanco de los calcetines y, hoy en día, cada vez que se acuerda de ese suceso, se ríe.
“No va a caer en depresión ahora, tampoco…"

2/22/2009

¡Mira! ¡Es el Tuenti!



A cada dos paso que dábamos las fotos en cámaras ajenas predominaban y el título de esta entrada se hacía sonoro. Este año acertamos...

2/19/2009

A la Salida

Aunque estemos en una semana asquerosa en la que algunas metas se mascan en la tragedia, las tardes merecen la pena. Lo que podría parecer una típica clase en la que una “guiri” se encarga de enseñarnos aquello que más odio, se vuelve una hora de descanso y aprendizaje “por” diversión “entre” risas “más” alegría “menos” penas.
Concretamente hoy, fue una tarde singular.
Imaginense, cuatro clases alrededor de un minúsculo pasillo decorado por bancos a las cinco de la tarde y sentados un padre (parece ser) con su hijo (se cree), (después de toda una hora de hacer ejercicios sin parar).
Cuando nos disponíamos a recoger nuestras cosas y volver a nuestras cuevas, Dios se dirigió hacia la puerta y retrocedió con una cara que ni el color del sueter mas rosado de Paris Hilton: “seguro que no se dan cuenta de un hombre que lleva un peluquín que está ahí fuera” (nos dijo a Juanje y a mi en tono [un tanto] irónico).
Una vez asomados a la puerta; ya era demasiado tarde, esa “A” característica del mismo que escribe, más el descaro de Juanje al asomarse por la puerta y buscarlo con la mirada hizo que, desgraciadamente, termináramos pasando y saliendo justo en frente del hombre que, ciertamente, llevaba un peluqín de color castaño con mechas rubias y blancas mal colocado, a carcajada limpia.

Después bajamos las escaleras y entré en Librería Cruz…

Vocabulario básico: Dios = Abián de la Cruz

2/04/2009

En fin

¿Alguien dudaba en el desahogo de nervios mediante el baile? Ni Fama ¡a bailar!, ni los mismísimos coreógrafos del Carnaval de Las Palmas, Rafa Méndez no haría una coreografía así porque... Esto solamente lo produce los nervios ante un examen de Economía a medio preparar y en una fuga hora antes del mismo... Ella es ¿única?...

1/29/2009

La Nariz de Cleopatra


Aquí no estamos muertos, simplemente estamos heridos. Ni siquiera el mundo inteligible es perfecto. Es todo una patraña. Todos sabemos que “fuerte” es un sinónimo amable y que en cualquier esquina hay un fumeta de alquiler, que “amigo de mis amigos” es una auto descripción universal, que el morbo es enfermedad y que restar es dividir... Parece fácil. No lo es.
Daría lo que fuera por robar la nariz de Cleopatra y que la Historia cambiase. Morir para nacer acomodado de lujos que envidias.
La nariz de Cleopatra era perfecta...

1/17/2009

Hoy No Me Puedo Levantar

¡PANA NOOO! ¡PANA NOOO!

12/23/2008

Eterna Navidad



Esta es la historia de un día; un día caracterizado por segundos y horas dedicados a lo ajeno. Ni siquiera Telecinco ganaría la batalla ni sus euros pararían el dolor de no encontrar lo deseado. En las ventanas aparecen nieve imaginaria que nunca llegará a posarse en nuestros pisos. Juguetes que no paran de sonar y las luces por toda la capital junto a la triste decoración reciclada, entremezclan sentimientos de quienes desean que lleguen estas fiestas y quienes sólo piensan en consumo. Porque “todo” es así y los más egoístas desean que la Navidad sea eterna.
La Navidad perfecta sería la de las películas, en las que la inocencia de los mas pequeños afecta a los mayores pero, la nuestra, no llega ni al primer minuto de esas películas...

Jueves, 11 de marzo

Un videoclip barato donde los haya pero cargado de sentimientos como el que más.
http://www.youtube.com/watch?v=RdivyIzyOA0